Kajira suplicante

Kajira: Ni los fustazos marcando mi piel. Ni tu mano abierta dejando tu huella en mí. Ni la cuerda apretando mis muñecas. Ni mis ojos privados de visión. Ni mi cuerpo desnudo postrado ante tus pies sintiendo la presión de tus botas duelen tanto como tu silencio. No hay peor castigo para una sumisa que sentir la lejanía de su Amo. Necesito su olor, su voz, sus risas, su sudor, sus canciones, sus broncas porque sin Usted no soy nada… Ahora recuerdo las conversaciones, amo. Tus deseos son órdenes. Espero ansiosa ser follada a cuatro patas como tu puta…

Amo y maestro: Tumbada semidesnuda sobre mis piernas en el sofá, mientras juego con tu cuerpo

Kajira: SI , mi Amo. Completamente TUYA. Tu puta. Me coloco a cuatro patas contra la pared. Necesito que mi Amo me folle y sentirme tuya. ¿Qué te apetece? -Mamártela y que se ponga bien dura en mi boca, Fóllame la boca con fuerza, agarrándome del pelo marcando tú el ritmo con tus manos y tu polla.

Amo y maestro : Embisto tu boca, te cojo del pelo y sujeto tu cabeza, te voy penetrando la boca con mi polla ardiente. Me excita verte excitada, anhelante, deseo azotarte mientras te follo la boca y te digo que eres mi puta, te deseo emputecida para mí, la saco y te abofeteo con mi polla, mámala, esclava. Aprieto tu cabeza contra mi sexo, te levanto la barbilla, saco la polla y la restriego por tu cara.

Kajira: Restriego mi cara contra tu polla mirándote sonriéndote ansiosa. Sintiendo como la golpeas contra mis labios.

Amo y maestro : Agarro tu cabeza con las manos, te ofrezco mi verga que vas a mamar con hambre animal, rechupeteando mi glande, sorbiendo y acariciando, mirándote cómo lo haces, viendo a mi puta haciéndome una mamada, muevo las piernas para metértela más, te agarras a mis nalgas, te meto la polla hasta el fondo, gruño: así, así, zorra, sigue chupando así. Ahora te hago tumbarte boca arriba y te penetro la boca tumbado, sujetándome con los brazos para no aplastar tu cara, te follo la boca, te ordeno que te masturbes mientras te penetro por la cara.

Kajira: Tumbada sintiéndote encima de mí, mamándotela con ansia, Frotando mi coño contra ti. Gimiendo sintiendo las embestidas de mi Amo que tanto deseo.

Amo y maestro: Te hago mía porque es nuestro privilegio, quiero correrme, tu lengua me lame, tus labios me la maman, mis huevos chocan con tu boca. Traga, puta, cómeme el rabo, soy tu Señor chupa, lame, qué placer que da tu boca, saborea mi rabo…

Kajira: Recuerdo el ejercicio. Hasta que no sentí el escozor de la pasta de dientes en mi pezón izquierdo no empecé a comprender las instrucciones de mi Amo, el roce congelado del húmedo cubito de hielo hacía que se contrajera aún más con cada soplido mío. Cierro los ojos recordando cuando la mano de mi Adorado Amo recorre mis pechos presionando con fuerza la punta del pezón para luego liberarlo de golpe. Esa sensación de alivio mezclada con el deseo de volver a sentir sus dientes marcando cada centímetro de mi piel. Obedezco dejando correr mis pensamientos, recordando el último encuentro, aún mi piel se estremece de gusto al sentir el aliento de mi Dueño recordándome que era suya… Un escalofrío de placer , recorre desde mi pecho hasta mi sexo húmedo como cuando tus manos fuertes recorren cada centímetro de mi piel. Tu puta , tu amante, tu esclava.

Deseo tenerte así

Aún retumban en mi cabeza sus palabras, amo: “Sé que estás ahí, dispuesta para mí. Adoro tu entrega. Mía”. Busco la soledad de mi cuarto, desnuda en mi silla, cierro los ojos echando los brazos hacía atrás imaginando cómo será la sensación de tenerme atada, desnuda, con los ojos cerrados, expuesta ante ti. Escuchando tus pasos alrededor de mí, intentando adivinar cada movimiento tuyo. Olisqueando como perra en celo para embriagarme de tu olor a macho. Grito tu nombre, pero no me respondes y esa situación tensa de espera, hace que una oleada de humedad invada mi sexo, deseando tu polla tan dentro de mí, imagino tu mirada clavada en mi cuerpo desnudo y eso hace que aún chorree más, excitada pensando en tu presencia tan cercana y lejos a la vez. Sabes manejar mi deseo a tu antojo y eso me enfurece, pero me vuelve más tu puta perra. Sabes cómo tenerme caliente sin tocarme. Me revuelvo en la silla ansiosa, dolorida los brazos sin dejar de imaginarte, recordando cada segundo de nuestro último encuentro donde te suplicaba que me azotases más y más y luego te mostraba con orgullo mi culo enrojecido. Cierro los ojos imaginándote en mi cuerpo, haces que pierda la cabeza, mis pezones se endurecen, comienzo a contraer mis músculos vaginales, completamente empapada. No aguanto más, grito tu nombre entre jadeos y dejo deslizar mi cuerpo al frio suelo, de rodillas inclinada hacia delante, sintiéndome tu perra esclava, recuperando mi respiración poco a poco, quedándome allí tumbada, esperando que mi Amo me recoja entre sus brazos.

Kajira lasciva
Obediente
En llamas

Deja un comentario