Chateo con Asteria

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mi señor dice: Es que quiero que me sientas dentro como un águila de fuego, prenderte con mi cuerpo.  Notar tus manos que presionan mi culo para que acelere el ritmo. Te arrebato, te poseo, te deseo con una sed de ti que me hace perder la noción de las cosas. Una sola mano tuya hace que me deshaga. Me haces temblar, pero cuando no tiemblo también estoy extasiado de placer.

Asteria {mi señor} dice: Puedes tener lo que quieres. No puedo evitar tocarte, sentirte entre mis manos. me encanta apretar tus nalgas hacia mí, intentar que llegues todavía más dentro, incluso cuando es imposible. Me gusta rozarte, acariciarte, arañarte, apretarte, empujarte, y sobre todo me encanta que me controles, que me inmovilices, que te sientas dueño y señor de mi cuerpo

mi señor dice: lo soy

Asteria {mi señor} dice: Y lo eres, sí. y me encanta cuando desnudos me lo demuestras. Aunque ni haga falta, porque solo con tu mirada ya empiezo a temblar. Y lo sabes, porque hoy lo has visto. Me gusta todo lo que me ofreces, todo lo que me exiges, todo lo que me mandas, todo lo que me haces. Estaba derretida ya, por dentro.

mi señor dice: me ha gustado susurrarte al oído entre tanta gente

Asteria {mi señor} dice: y yo no he podido evitar sonrojarme, y te has reído, villano

mi señor dice: sólo tú, y nada menos, sabías el motivo

Asteria {mi señor} dice: y solo tú sabías por qué agachaba la mirada…

mi señor dice: y recordaba que habías escrito que te dije que no lo hicieras

Asteria {mi señor} dice: qué me dijiste que no hiciera?

mi señor dice: dejar de masturbarte cuando chateas conmigo

Asteria {mi señor} dice: hum… Sintiéndote cerca, es como comparar al glorioso magnificiente con un quiero y no puedo intento de plagio…

mi señor dice: lo hago a veces cuando chateo contigo, te siento más cerca

Asteria {mi señor} dice: Y me halaga profundamente, pero yo prefiero deleitarme mentalmente, con lo que me dices. Y luego recordar lo que te he leído. Cuando quiero recrearme físicamente uso los recuerdos contigo frente a frente. Me encanta rememorar eso, aunque procuro limitarlo a momentos muy específicos, porque me perturba mucho… pensar, conduciendo, en alguna mañana en tu casa…

mi señor dice: te prohibo los accidentes

Asteria {mi señor} dice: sí, mi señor

mi señor dice: si tienes uno te azoto

Asteria {mi señor} dice: hum…. Si solo rozo la chapa? qué harías? 

mi señor dice: te obligo a devorar mi sexo mientras te doy cachetes en el culo

Asteria {mi señor} dice: no me digas eso, porque me incitas a rozar el coche con la pared

Asteria {mi señor} dice: Uf, qué cerca te he tenido hoy, allí, en la esquina, pero qué cerca… mira que he pensado en ponerme una falda sin trampa, pero pensé que sería más difícil estar solos y lo descarté

mi señor dice: hazme una seña discreta para que lo sepa, te tapas la boca mirándome o gritas: ¡mi señor, llevo una falda sin trampas por si puedes tomarme!

Asteria {mi señor} dice: sabías que era una falda sin trampas, más que nada porque no sabías que tenía faldas CON trampa. Sudadera, falda, calcetines largos y zapatillas, en varias ocasiones, hiciste alguna broma sobre que yo llevara falda, pero ahí se quedó. Una vez que el domingo me dijiste que me quitara las bragas, llegué a hacerlo. Pero eso no te lo voy a contar. Cualquier parte de mi cuerpo es esclavo de tus manos. Estés o no delante. Haré lo que desees que haga. Te imagino, como tantas veces que te he visto, ahí sentado, con tu camiseta, liándote uno, o mirando algo en la pantalla. Con esa media sonrisa que me vuelve loca, o gesticulando con las manos. Prefiero la parte en que te levantas y me llevas de la mano a la cama, y siempre encuentras una manera original para empezar, y al tiempo, acabar jadeando, (o aullando, gimiendo, gritando, léase lo que proceda en el momento)

mi señor dice: llenarme de ti, y siempre quiero más, ahora también

Asteria {mi señor} dice:yo, que siempre tengo ganas de  ti, no dejo de sorprenderme con tu sed insaciable. Afortunadamente, la sorpresa es positiva. De deseo. Tuya soy, lo sabes

mi señor dice: ¿te gusta serlo?

Asteria {mi señor} dice: no me gusta, me encanta

mi señor dice: ¿y qué etiqueta le pegas a eso: esclava, sumisa, mediopensionista?

Asteria {mi señor} dice: en realidad no le pego etiqueta, pero si hay que pegarle una, prefiero que la elijas tú. Me encantaría masturbarte ahora mismo. Pero sabes que en seguida  me emociono y comienzo a saborearte… y me gusta lamerte, chuparte, rozarte con mis dientes, me encanta tocarte mientras tanto mientras casi me dejas sin aliento, porque a veces ni respirar puedo. Pero me encanta. Y disfruto con tu sabor, con tu textura, lamiendo de lado a lado mientras mis manos te rozan alrededor. Me encanta cuando cada vez más excitado me coges de la cabeza, y determinas mis movimientos disfruto con tus gemidos, y suspiro yo también de placer. Estoy deseando hacértelo, uf…a veces pienso en obligarte a quedarte ahí, no permitir que saltes y empieces a penetrarme sino hacerte estallar de placer ahí, con mi lengua ahí, pero tú mandas, y tú te apartas, tú decides. Y yo acato

mi señor dice: quiero estallar en tu boca

Asteria {mi señor} dice: hazlo, sabes que para mí es un placer hacerte verter en cualquier momento o lugar, me encanta notarte, me encanta sentir como llegas, de hecho, me vuelve loca que me lo digas, me excita muchísimo que me susurres al oído lo que quieres, lo que me vas a hacer, lo que sientes, lo que vas a sentir, notar cómo tiemblas dentro de mí, tus sacudidas, tus embestidas, tus caricias, tus roces, tus pellizcos, tus mordiscos, todo tú. Tus manos… qué manos. Uf. En estos momentos me plantaría allí con, sin falda, como tú me dijeras, con tal de sentirte dentro. Me encanta que sientas placer conmigo. Me excita. A veces siento que me voy, solo de oírte, es increíble. jajaja.. bien, me gusta, porque además de sensual, es un acto muy relajante, es el momento del día que estoy más cerca de ti.

mi señor dice: te decía que tus palabras de hoy me han gustado muchísimo, en tu blog

Asteria {mi señor} dice: hum, es que la ausencia de… eso se deja notar, y tengo que dar pie a la imaginación.

mi señor dice: a mi me ha parecido muy real y concreto

Asteria {mi señor} dice: sí, es que estaba recordándolo mejor muy bien y muy muy clarito. Casi como si estuviera pasando. No, aquí el provocador eres tú. Yo solo me inspiro en ti. Me haces temblar de deseo por ti, no puedo evitarlo, me encanta tu lascivia (encanta, encanta, encanta)

mi señor dice: ¿recuerdas que me debes algo en este despacho?

Asteria {mi señor} dice: síii y yo pensando que un tiempecillo alejada de ti me iba a tranquilizar… (estoy poco acostumbrada a pasarme excitada la mayor parte del tiempo). ¡Mentira cochina! Me pongo a cien solo de verte mover los brazos, estoy muy enferma, no te preocupes, no conozco cura.

mi señor dice: yo

Asteria {mi señor} dice: cura, he dicho cura. No tratamiento. Yo te dejo que me trates pero no me cures, leñe. Mírame otra vez, por favor, si es que me pongo de un tonto subido… de un tono subido también

mi señor dice: pues ahora no hago más que recordarte desnuda en la cama, cuando estabas esposada, gozaba mirándote y relamiéndome por lo que te iba a hacer. También recuerdo cuando en el sofá de tu casa comencé a devorar tu sexo y tus manos se posaron en mi cabeza, cuando nos lanzamos uno sobre el otro al quedarnos solos, y te poseí pensando que el tiempo estaba limitado, cuando te abracé en el comedor de mi casa y te pusiste de rodillas ante mi y mi sexo tembló de ansiedad, la primera vez que fuimos a una alcoba mercenaria y fuiste tú quien me abrazó

Asteria {mi señor} dice: mi cuerpo es para tí, me has hecho temblar con los recuerdos que has escrito. Yo añado uno, que quizá menos intenso en comparación a otros, no lo sé, pero para mí es muy significativo. Soy rubia, y encima, ¡mujer! el beso en el restaurante. Me someto a tu lascivia, pero no te chives que la liamos, no te imaginas cuánta es mi lujuria por ti, es que entrar yo es difícil, pero tú nunca has tenido problemas para entrar, es como si siempre estuviera dispuesta para darte paso, ¿quién eres y por qué has tardado tanto en aparecer? Ya estaríamos retozando, como si no lo viera, me pone igual de cachonda verte reír, nada, no puedes evitarlo, te gusta verme cachonda, o por lo menos, saber que lo estoy y me estoy poniendo las botas, no creas.

mi señor dice: un día de estos te haré mía vestido de uniforme, lo aseguro

Asteria {mi señor} dice: ya estás tardando

mi señor dice: si lo llevé a tu casa y no me dio tiempo a llegar a la bolsa

Asteria {mi señor} dice: te dio tiempo a llegar a la bolsa, lo que no te dio tiempo es a ponerte el uniforme, pero qué quieres, solo de pensarlo, uffff será cuestión de práctica, como en todo. Intentamos que te pongas el uniforme unas 2523 veces, seguro que al final te da tiempo a ponértelo y mientras tanto, pues eso, practicamos, quiero tocarte, leñe, lo mío es pura lujuria

mi señor dice: ¿te gusta que me masturbe en tu honor, lo aborreces o te es indiferente?

Asteria {mi señor} dice: sabes que me halaga y que yo de vez en cuando hago lo mismo, tengo un recuerdo muy vívido sin susurros, pues a mí me da vergüenza contarlo, si lo digo es porque sé que te gusta. Me encanta que te des placer pensando en mi. Tenemos dos pendientes, recuerda: una en tu despacho, y otra en tu mesa de la redacción, no pienso olvidarme. La del despacho será de rodillas, ahí me vas a dar carta blanca, nada de apartarme. Mío, mío, quiero que seas mío otra vez. A veces me agradeces que me entretenga por ahi donde tienes ahora tus manos, pero no entiendes que es un acto egoísta. Es uno de los mayores placeres con los que me he encontrado. Y cuando digo mayores, digo ‘mayores’. Arf, más gratificantes y excitantes, además, justo después, que es cuando me coges de las piernas y me atraes hacia ti, pones un ímpetu para entrar en mí que me vuelve loca y cuando yo me pongo así, jadeo, por eso nada más entrar en mí ya me oyes gemir. Las ganas que me están entrando de cogerte de los hombros y de la espalda. No puede ser, así todos los días. Lo raro es que solo haya sucumbido una sola vez a darme placer con tu recuerdo.  (A veces tengo que hacer verdaderos esfuerzos por no arañarte la espalda) Igual que a veces me muerdo los labios para no gritar. Cómo echo de menos tus manos ahora mismo y tus piernas, tus muslos, me encanta acariciarte, rozar accidentalmente ciertas partes de tu cuerpo y notar cómo tiemblas por ello me gusta notar cuando estás a punto de llegar, de pronto te quedas quieto, unos segundos, y entonces te noto, noto como te vacías, noto tu humedad, y luego sigues, un ritmo más lento, mientras terminas de saciarte y entonces me gusta intentar retenerte dentro, cuando fuerzo los músculos, y tú haces un aspaviento, eso me excita, cosa que me preocupa, porque acabo de llegar y empiezo a tener ganas de nuevo, solamente de notarte ahí. Tuya, tuya, tuya. Contigo todo me excita. Has visto que era la hora del rito, me has preguntado qué estaba haciendo y cuando no te he dicho lo del rito no me lo has recordado  ahora vuelvo. La que te quiera que firme el contrato de esclava je je, hazte una camiseta con esa frase. Me da igual que sea de señoritos, a veces te comería a besos

Mi señor   dice: ¿y las otras veces?

Asteria  {mi señor} dice: otra veces te haría otras cosas para mayores de 18 por lo menos. Me haces sentir tremendamente bien y muy a gusto, disfruto muchísimo con tu compañía, con tu conversación, y con tu tacto y con lo que me haces a oscuras, en penumbra, a media luz y a plena luz. por tierra y canal, por ahora, ya te he dicho que acudo siempre que me llames, también cuenta en sueños

Mi señor dice: lo hemos hecho contra la pared de un edificio en ruinas

Asteria  {mi señor} dice: hummm qué morbo, me gusta ufff… qué cerca te siento pero qué lejos estás… una botella de agua cerca por si la sed se vuelve insistente, no tener que movernos de donde estemos, ni dejar de hacer lo que estemos haciendo