Las chicas de Ibertex

Ana

Era una bailaora pelirroja. La conocí en Ibertex, un sistema anterior a Internet. Se presentó en un bar de Malasaña con su pelo rojo pálido tras asistir a una conferencia mía en el Museo Etnológico y verme en la distancia y el anonimato, tras unos días escribiéndonos. Me debió valorar positivamente porque nos citamos. Un día me llevó a su casa. Empecé a desnudarla en el aparcamiento. Noté que la gustaba, seguimos hasta el ascensor que nos elevó a un noveno piso. La até a su lecho y me arranqué literalmente la ropa. Repetimos varias veces. Me gustaba que me la chupara en su coche aparcado en la calle viendo pasar a la gente.

Me divertía penetrarla cuando hablaba por teléfono, doblarla sobre el sillón y levantar sus faldas. Era muy morbosa, aunque cuando perdía la timidez era alegre como una adolescente. Fui egoísta con ella y disfruté más de lo que di y la di por todas partes.

Frutita

También de Ibertex, nos citamos en el bar de la parte de debajo de Jumbo, cuando existía. Llegó y era grande, me pregunté por su apodo. Se trajo una amiga preciosa y nos propusimos un trío en el salón de mi casa. Nos vimos dos o tres veces después, ya con más gente de esa red hoy desaparecida.
Organizamos una comida en un restaurante leonés también desaparecido. A los postres, llegaron guardias civiles vestidos de negro y con boinas, eran los miembros de la seguridad de la Conferencia de Madrid, en el Palacio de Oriente. Los mandaba un capitán que se unió a la alegre pandilla.

Alen
La primera corrida
Mirando atrás
Mar e imperio

Alen, en mi adolescencia

Siendo estudiante de instituto de 14 años me sedujo una estudiante de Magisterio. Conocí a Alen, una diosa extremeña, de belleza suave y delicada. Era una muchacha que me superaba en edad y todo lo demás. Yo estudiaba Bachiller en el Instituto y ella, Magisterio tras la verja metálica que separaba ambos mundos cerca de…

Cecilia

Nos conocimos en el instituto. Ella era menuda con una cara preciosa donde lucían unos hermosos ojos azules, con esa caída seductora de la mirada de miope. Éramos compañeros y se enfadaba conmigo cuando metía a los profesores en un aprieto con mis preguntas. Un día que corregí a la profesora de Filosofía, dejándola estupefacta,…

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