
Bienvenida al umbral
«Sé tú mismo. Los demás puestos están ocupados.»
— Oscar Wilde.
¿Quieres conocer más? Házmelo saber.
Quiero someterte a mi lascivia. Azotarte, abusar de ti y hacerte cuanto deseé.
Abre la mente a todo, si confías en tu amo, no hay nada que no puedas lograr. Puedes prepararte para que, llegado el momento, nada represente un limite insalvable, toma confianza en ti misma con pequeñas prácticas que te ayuden a asumir esa forma de servir a tu amo.
Deseo:
- Que seas mi esclava.
Que vivas entregada a mi lujuria.
Que estés emputecida conmigo.
Que seas mía.
Usa la meditación diaria y placentera sobre tu amo. Vete a dormir pensando en tu señor, asociando su imagen al estado placentero del último encuentro.
Tu modo de ser mía:
Obedece mis deseos, cuando hables conmigo lo harás semidesnuda.
Haz ejercicios en tu casa pensándome.
Siempre a mi disposición
Sin condiciones, haré contigo lo que quiera. Entrégate a mí, de una forma total, se mía.
Haré cuanto deseo, te tendré entregada, tengo el control de tu cuerpo, voy a a disfrutar de él como me plazca, utilizándote a mi placer .

El ansia de mi esclava sexual
Arkadia No puedo dormir, el ansia me invade. Las ganas de llegar a tu lado son feroces, voraces, insoportables. Nos imagino, te siento en mi piel y los escalofríos vienen, el vello se me eriza, el sexo se lubrica . Sólo un pensamiento en mi cabeza, contigo ya. Felicidad es lo que siento incluso con…
El deseo de mi esclava antes del encuentro
Arkadia Mi señor, una tarde más he gozado incitada por tus palabras, al recordarme la silla del ordenador me has excitado retornándome a la pantalla, a tu imagen, a mis ganas de traspasar la red para ponerme sobre tus piernas. El sexo húmedo cuando hemos colgado poco ha tardado en mojarse completamente, un escalofrío de…
El sexo es sucio o no mola
El otro día, cortos de tiempo y en un lugar inapropiado, me encontré con mi Kajira. Nos besamos, recorrí su cuerpo vestido con mis manos. la azoté sobre un sofá. Y sujetando sus manos recorrí sus pechos, los saqué del sujetador y se los magreé y pellizqué sus pezones. Sujetando sus manos a su espalda…
Anhelos de mi esclava Arkadia
Arkadia Eres mi sol ardiente. Mis manos te separan las piernas por las rodillas, me arrodillo entre tus piernas mantengo los brazos abiertos en tus muslos y acerco mi rostro, te doy pequeñas lamidas en tus huevos. Me retiro un poco y te miro con la boca abierta y con la lengua fuera, te estoy…
Noches húmedas
Holandesa Errante Recuerdo borroso de una tienducha de barrio. Hay bastante gente, relativamente conocida. Cuando por fin se vacía salimos de la tienda, al principio no íbamos solos, ahora que lo estamos te pongo la mano en la pierna. Me preguntas dónde. Yo te respondo que en el almacén de la tienda. Cuando dije que…
2 comentarios sobre “No se trata de dolor, se trata de placer”