Llego al hotel, entro en mi habitación y comienzo a disponer lo poco que he podido llevar. Confío en que mi sumisa traiga todo lo demás.

Cuando llaman a la puerta abro y veo a Tetis. Es toda sonrisa, trae una pequeña mochila con los juguetes que sabe que me gustan. La hago pasar y enmarco su rostro entre mis manos, la miro largamente, está nerviosa pero alegre, contenta.
La quito la mochila y la ordeno que se siente en el lecho. Vendo sus ojos y extraigo de la bolsa todo lo que ha traído. Estoy satisfecho. Comienzo a desnudarla preguntándome cómo será su ropa interior, mientras la desvisto voy besando su cara, las oreja, su cuello. La tengo que mandar que se quede quieta. Está hecha un flan.

La pongo el arnés. Nos excitamos. Ato sus manos y la amordazo. Voy hablándole. Diciendo cuánto he esperado ese momento. Acaricio su cuerpo con suavidad antes de mandarla que se ponga a cuatro patas. Y la azoto, la manoseo, le sigo contando mis deseos. Cambio del cinturón a la fusta, de esta al látigo. La mordaza ahoga sus gemidos. Me agacho y juego con sus pechos. Dibujo sus caderas con mis manos. Tiembla de deseo. Mordisqueo su culo, rojo por los azotes, y escribo mi nombre en su espalda.
La ordeno que gatee hacia mí guiándose por mi voz. Tengo que hacer un verdadero esfuerzo de voluntad para no follármela en ese momento pero tenemos tiempo y quiero alargar el encuentro. Detengo su gateo y acaricio sus muslos. Paso mi lengua por ellos.
La pasión de Tetis
Sumisa Tetis: No estoy sola mi Señor. Lo siento mi Señor me hubiera gustado estar presente 😌. Mi bicho me acompaña 😈 Maestro: Fóllate Sumisa Tetis: Vennnn. Voy a ello mi Señor😘. Tengo su permiso para correrme Maestro: Sí, con el plug en el culo Sumisa Tetis: Sigue en el sitio. Quiere verme mi Señor🙈…