Maestro: ahora te miraría intensamente para decirte que eres mía, mientras te pongo el collar y te ordeno que te postres y paso un dedo por tus labios. Y verte morderte el labio
Arkadia {mi señor}: ronroneo… Si me acaricias el culo… ya se me van todas las ideas de la cabeza, deseosa estoy por ponértelo en los morros… (en los dos sentidos) jajja adoro cuando me agarras para llevarme a ti. Sabes hacer que me nazca la necesidad de decirte mi señor, además de por placer porque no es un juego, es sentimiento. Quiero morderte la pancha y besarte el cuello, pero lo quiero a la vez! me vienen escalofríos pues más vale que me ates también las piernas o en cuanto bajes lo justo te atraparé con ellas grrrrrrrrrrr cierro los ojos, te imagino, me muerdo el labio y contraigo mi sexo. Deseo que hagas conmigo todo cuanto se te ocurra, es un deseo sincero y sin reparos. Ofú, es hora de que me quite la ropa, desnudita, suavecita
Maestro: Ponte el dildo negro en el culo
Arkadia {mi señor}: voy a por él, en mi mano están, voy a hacer que uno deje de estarlo
Maestro: el negro, mueve tus caderas para golpear el dildo negro en tu ano
Arkadia {mi señor}: ya… gusta…
Maestro: tócate pero no te masturbes

Arkadia {mi señor}: me acaricio suavemente, te alzo mi culo como gata en celo, no sólo me gusta… me vuelve loca, me pone muy cachonda que me frotes tu polla en cualquier lugar de mi cuerpo, sobre todos en lugares inusuales, hay veces que imagino que sin venir a cuento te sacas la polla y me la frotas en la cara, sin más razón que por el hecho de excitarte y… grrrrr… chorreo
Maestro: mueve los dos dildos en tu cuerpo, recuerdo cómo te follaba en Madrid, en Cuenca, en Valencia…
Arkadia {mi señor}: estoy a punto de correrme aaaaaaaaa quiero masss uffff quiero cabalgar el transparente, y a pesar de haberme corrido tres veces, todavía tengo ganas de que me folles. Es más, tengo más ganas aún, te cuento… te cuento que es maravilloso, no te controles, vida mía, señor mío, no lo hagas, quiero que me hagas todo lo que sueñas, me entran ganas de que me empotres y me montes. Te como los morros y me abrazo a ti para dormir, ni un segundo dejo de estar contigo
Soy tuya
Arkadia {mi señor]: me quiero tuya. Diosa, sacerdotisa y la más humilde feligresa. Fiel tuya. ¿Normas, límites? Yo no pongo ninguno. Suspiro. De postre quiero TÚ. Muá. Pues como único plato, mi cuerpo. A guardar el resto de la vajilla. Quiero que comas de mí y sobre mí… Arf De todo tu ser soy, y…
El deseo de mi esclava
ESCLAVA Arkadia: Cómo deseo estar entre tus brazos y bajo tu mirada y que me beses, que me roces y me poseas. Grrrr. Ya queda menos para estar otra vez como hay que estar 🙂 Sí, deseando que así sea. Una ducha tú y yo, un paseo largo que se interrumpe apoyados en cualquier árbol……
Mi señor me enloquece de deseo
Arkadia Tu mirada apasionada me desmonta por completo y me reconstruye aún mejor. Ese momento en que te encaminas decidido a poseerme completamente, en ese momento tu mirada se vuelve animal, la fascinación por tu esclava no te emboba sino que te decide más. Esa mirada es la que más me enciende y me pone…