Testimonio de Mari

A mi me gusta desnudarme sola en casa. En el lavabo. Me miro delante del espejo. Me gusta disfrutar de mi propio cuerpo.

Soy demasiado presumida, y también bisexual. Para que lo sepa y lo entienda.

Normalmente me siento excitada cuando algún compañero de la oficina se ha insinuado, o se ha pasado conmigo. Eso me excita, pero allí me hago totalmente la estrecha. No quiero ser la puta de la oficina. Aunque luego…todo sale…

Pero no por eso voy a cambiar mi modo de vestir. Me gusta que me alaben mis piernas, y que me lo digan.

Como decía, sola en mi casa. Me acaricio con suavidad, mirándome… Me gusta frotar mis pezones contra el espejo. Tocármelos y cogérmelos. Me excita notar el frío, y sentir que se ponen tiesos. Duros. Excitados y delatores. Poco a poco, los pellizco, a veces se me escapa un gemido, eso me hace sentir guarra, y me pone…

Con la otra mano, luego, mientras me froto contra el espejo, empiezo a acariciarme abajo, en mi clítoris, eso es lo máximo…(Si alguien sabe tocármelo, acariciármelo, golpeármelo adecuadamente, me vuelve loca). Eso requiere tiempo, despacio, a veces sin y otras con  imaginación…Una escena, un chico, raro, una chica, Brad Pitt, pero también el que se insinuó…si él lo supiera!  Mi jefe…también… Me manda y yo superdiligente y obediente con él… Me atrae, tan seguro de sí mismo, tan distante y sin embargo tan firme conmigo…

Abajo abajo, eso me llena toda, ahí la locura, aunque a veces me aprieto más el pezón, casi chillo… Abajo, abajo….Más rápido….Más descontrolada…¡Si la mayoría de tíos supieran lo que nosotras podemos sentir! Llega y gimo, y sé que puedo sentirlo más veces…Puedo varias veces si me apetece…¡Ojalá mi jefe me follara muy duro!

Disfrutar de mi propio cuerpo…

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