
Me recorrió una especie de electricidad desde mi vagina hasta los dedos de los pies, desde mi nuca hasta mi esfínter, di 3 o 4 estertores y el más maravilloso orgasmo me invadió, quise gritar, balbucee, gemí, volvía una y otra vez a morder aquella almohada. Mi Amo me agarraba con sus manos como tenazas prendido de mi hombro y cadera, a cada gemido mío, me daba un fortísimo embate, quería lamerlo, morderlo, besarlo, apretarlo, comérmelo, pero solo pude atinar a tirar mi brazo hacia atrás y apretar su duro glúteo hacia mí. Siguió en su bombeo, ahora cada vez más duro, se corría en mí, sentí como mi vagina con chorros casi interminables de semen se inundaba, haciendo el sonido característico del encharcamiento vaginal, no paró, continuo y continuo, hasta que me di vuelta para besarlo en la boca, se detuvo solo para hundirme la lengua hasta mi garganta, saco aquella verga humeante de mi vagina llena de semen y flujos.
Me hacía sentir tan mujer, es más me había sacado todo el recato y me sentía salvaje, sucia, fuera de las formas, puerca, sin ningún sentimiento, solo sexo brutal y genial, me sentía una puta feliz, usada y saciada. Entre besos y caricias decidí ir a ducharme, ya en la ducha tocaba los líquidos, que aún salían de mi vagina, los llevaba cerca de mi nariz para olerlos sintiendo aquel olor que me enloquecía y me excitaba más, aquel olor que me había regalado mi Amo, mi hombre, el hombre que me hacía gozar sintiéndome su esclava.
Aquella vez
Habla Arkadia {mi señor} En el pasillo la camarera de habitación me distrajo y llamé sin pensar, me di cuenta cuando te escuché al otro lado de la puerta. ¿Qué sentí? Los nervios y la vergüenza no me dejaron disfrutar de ese momento de alegría, que sin embargo estaba presente. Pero disfruté de los nervios…
Hazme lo que quieras, mi señor
Soy afortunado por poseer a Arkadia en cuerpo y mente. No tiene más límites que mi imaginación. Es hermosa, inteligente y abierta de forma completa a mis deseos, los más sublimes y los más perversos. Cuando superemos la relación amo-esclava seguiremos siendo amigos íntimos. Es una mujer excepcional a orillas del mar Mediterráneo, un oriente…
Mi señor me enloquece de deseo
Arkadia Tu mirada apasionada me desmonta por completo y me reconstruye aún mejor. Ese momento en que te encaminas decidido a poseerme completamente, en ese momento tu mirada se vuelve animal, la fascinación por tu esclava no te emboba sino que te decide más. Esa mirada es la que más me enciende y me pone…
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